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Mostrando entradas de 2017

Ayuno de jugos, otra vez, por favor

En la ciudad en donde vivo no llueve mucho, pero cuando llueve, corren los arroyos y se desborda el drenaje junto con el agua de lluvia por todas partes. Cuando el agua se evapora, queda un montón de polvo con popó y con el viento vuela y lo respiramos. Por eso, cuando acaba el verano, hay un montón de enfermos de alergias, infecciones de estómago, garganta y ojos. Pues a mí me dio faringitis, pero como no tenía síntomas más que inflamación en la garganta, el médico me recetó medicamentos erróneamente. Así que tomé un montón de antihistamínicos y anti inflamatorios hasta que descubrió que era una infección (no tenía fiebre, ni mocos, ni tos, sólo mucho dolor al tragar) y me recetó antibióticos y mas anti inflamatorios. Mi puerquecito, que no está acostumbrado a medicarse tanto, lo resintió con dolor de estómago, y aunque estoy tomando agua kefirada para ayudar a mi flora intestinal, me animé a hacer un ayuno para alivianarme. Así que hoy es mi primer día. Espero hacer, como míni

Familia vegana

Hace más de diez años decidí dejar de comer animales, y adopté una dieta ovolactovegetariana flexible, en la que, además de comer cuanta chuchería se me atravesaba, comía, esporádicamente, camarones. El huevo y el queso eran parte importante de mi dieta, porque amaba el sabor, pero, sobre todo, por comodidad. Me explicaré a manera de justificación: En mi casa no existen los roles de género  sino la asignación de tareas (de eso hablaré en otro post), pero la comida es una tarea que nos repartimos mi esposo y yo desde el primer día. En estos últimos años, por cuestiones de horarios -tengo horario quebrado, así que salgo más temprano que mi esposo- yo he tomado el menú como mi responsabilidad. Yo preparo el desayuno-lunch del crío y la comida entre semana. Las cenas se las prepara cada uno y el fin de semana cocina el que tenga ganas. Aunque yo decidí no comer animales, nunca "invité" a mi esposo a hacer lo mismo: él respetó mi decisión y acordamos que no cocinaría ningú

Mi reino por una cocacola?

Las adicciones son algo serio. Sí, involucran fuerza de voluntad y todo, pero cuando se incrustan en lo más profundo del ser la voluntad parece que no es suficiente. Cuando el cuerpo pide algo, la voluntad se vuelve frágil.  El año pasado no teníamos aire acondicionado en mi trabajo, y por las tardes, con un calor de más de 40° el verano era soportable sólo con una cocacola o una pepsi kick diaria, y mi adicción se hizo muy fuerte.  De un tiempo para acá no estoy tomando refrescos, a menos que sea lo único para beber o en ocasiones especiales como fiestas (o el cine, jeje), pero hoy tenía una migraña de esas que me golpean hasta la nuca y el estómago se me revuelve. Tuve que pasar al súper y después de agarrar una barra de pan, me fui directo a los refrigeradores. Busqué una lata de coca de las más pequeñitas, para no sentirme tan culpable, y me fui a la verdura por unas papas. La latita de cocacola me pesó en la conciencia. Tomé unos plátanos y la devolví.  En cuanto me subí

Salchichas veganas

Se me acabaron las dos semanas de vacaciones de verano, y es una pena. Aunque debo aceptar que pasé más tiempo limpiando mi casa del que tenía planeado, con esto de querer simplificar mi hogar y deshacerme de las cosas que no uso/necesito, siento una satisfacción que raya en lo "Marge Simpson", jeje. Pero no sólo me la pasé limpiando: también cocinando y comiendo, comiendo mucho. El domingo, un día antes de regresar al trabajo, y con toda la actitud positiva ante lo inevitable, me puse a cocinar en cantidades industriales: seitán, garbanzos y salchichas veganas. Cabe mencionar que se me fue medio día en eso porque son cosas que llevan su preparación, pero me durarán para varias comidas, incluso pude congelar. La receta del seitán ya la tengo en el blog, y es la preparación básica del gluten de trigo. La de las salchichas la saqué del canal de la Dimensión Vegana, que sigo desde hace tiempo y me gusta mucho. La preparación es relativamente sencilla, pero encontrar la h

Hamburguesas de avena

Aprovechando que todavía sigo de vacaciones, tenía ganas de cocinar algo nuevo, así que encontré esta receta en el blog  Veganismo es justicia , y la hice. La receta original incluía una salsa, pero yo quise hacerlas con una salsa de tomate simple. También cambié el perejil por el cilantro, porque el perejil no es mi verde favorito, y algunas otras cositas. Aquí la receta: -2 tazas de avena (entera, no de la instantánea) -Un poco de cilantro -1 cdita. de sal -1/2 cdita. de ajo en polvo -1/2 cdita. de especias (usé comino, albahaca y orégano) -1cdita, de caldo vegetal en polvo -1 puñado de nueces trituradas -Agua, la suficiente para mezclar -Pan molido -Aceite vegetal para freir Mezclé todos los ingredientes (usé el procesador, pero igual puede ser a mano). Formé bolitas medianas, con las manos húmedas para que no se me pegaran, y las pasé por el pan molido. Una vez hechas todas, las freí en aceite bien caliente hasta que estuvieron doraditas y listo. 

Minimizando el guardarropa (Simplificando, parte 1)

Hasta hace un par de años, uno de mis muchos miedos era al vacío. Mi casa siempre ha estado llena de cosas. En donde veía un espacio libre, ahí acomodaba algo: un cuadro, un adorno, libros, un electrodoméstico... Acumulaba cosas porque no tener dinero te hace creer que conservarlo todo es algo inteligente, creía que comprar cosas que encontraba a bajo precio también era inteligente, y sin embargo, lo único que hacía era gastar dinero que no tenía en cosas que no necesitaba. Pasaba lo mismo con la ropa: compraba cosas baratas aunque no fueran de mi estilo o no me encantaran. Pero hace un tiempo las cosas han cambiado para mí. Empecé a perderle el gusto a la ropa de colores (el negro siempre ha sido mi color favorito) y a sentirme más cómoda con prendas específicas, y pensé: por qué tengo que esmerarme por aparentar que tengo un gran guardarropa, si siempre parece que uso lo mismo? Mejor uso siempre lo mismo! Y bueno, no uso siempre lo mismo, pero simplificar los colores de mi ropa

Adiós Rius

Rius fue el escritor que literalmente cambió mi vida. Hace muchos años, antes, incluso, de ser vegetariana, leí "La Basura que comemos". Antes había leído u hojeado algunos otros libros suyos, pero que no tenían que ver con la comida. Pues este libro fue la primera fuente que me hizo cuestionarme la manera en que me había alimentado toda mi vida. Gracias a este libro dejamos de consumir pan bimbo, cereales de caja, juguitos industrializados, embutidos, knorr suiza, refrescos, y ya no hubo vuelta atrás. Poco tiempo después me hice vegetariana y no he parado de buscar y buscar información sobre los alimentos. Yo no sé si mi hijo sería el mismo si hubiera crecido con otra alimentación, ni lo sabré nunca, pero por supuesto no sólo no me arrepiento, sino que me alegro de haber tomado la decisión de romper una tradición tan sagrada como la comida, en la búsqueda del bienestar de mi familia y de los animales. Pues se murió Eduardo del Río, Rius, uno de mis vegetarianos favo

¡Ayuno de jugos terminado!

Ayer domingo fue mi último día del ayuno de jugos, que originalmente iba a ser de diez días, pero que reconsideré y cambié por una semana. He aquí mis impresiones y conclusiones: Empezaré hablando de las bondades del ayuno que yo estoy experimentando, (no de los beneficios en general que los pueden encontrar a través de muchas fuentes, como por ejemplo, aquí ). -Si bien los dos primeros días casi me como una mano porque moría de hambre, al tercer día, el hambre se fue. En serio, no sentía hambre! de hecho, me costó mucho trabajo terminarme los jugos cada vez que era hora de "comer". -Mi abdomen se desinflamó, se veía casi plano, lo cual es una maravilla. -Soy una persona que sufre constantes dolores de cabeza, y durante la semana , sólo tuve uno leve, y se me quitó durmiendo. -También sufro de estornudos y moquera por las mañanas, y durante esta semana no tuve nada de eso. -Considero que mi piel es regularmente sana, pero ahora está radiante (obviamen

Ayuno de jugos

¿Te ha ocurrido que la estás pasando tan bien que pierdes el control y te excedes en comida y bebida, y tu cuerpo te reclama con indigestión y cansancio? Pues así estuve la semana pasada: entre festejos de día de las madres y fin de semana de relax, comí sin control, en cantidad y en calidad. De inmediato, mi cuerpo me mandó un dolorcillo de estómago y unos granitos en la cara.  Aprovechando que Netflix tiene algunos de mis documentales sobre alimentación favoritos, volví a ver FAT, SICK, NEARLY DEAD, esta vez con mi familia. Verlo de nuevo me animó mucho a seguir firme en mi decisión de meterme más de lleno al estudio de la nutrición, y también a intentar un ayuno de diez días para ayudar a mi cuerpo a deshacerse de lo que no debe estar adentro y sanarse. Busqué en YouTube algunas recetas de jugos y me encontré con este ayuno de 7 días de Ace Verdura, en donde explica las recetas de jugos para desayuno, comida y cena. Yo espero hacerlo los 7 días y si me siento bien,

Enlatados y procesados.

Soy una mujer moderna que trabaja y es mamá y aprovecha las bondades de la vida civilizada. Cocino a diario y no tengo mucho tiempo para perder. Siempre me disculpé a mí misma así. Mi alacena normalmente estaba siempre llena de verduras enlatadas (garbanzos, chícharos, elote, champiñones, vegall) y tetrapacks: puré de tomate. MUCHO puré de tomate. Caldillo de tomate preparado. Mole listo para servir. Así, si quería hacer una pasta, sólo abría un paquetito de puré, y listo. Un día cambió mi horario de oficina y en lugar de trabajar de corrido tuve que partir mi jornada, recoger al crío de la escuela, cocinar, comer, descansar un ratito y regresar al trabajo. Entonces la cocinada dejó de caerme en gracia. Empecé a comprar cada vez más comidas procesadas, y lo peor: a comprar comida hecha en supermercados (la tienda Ley, para ser precisos). Pero la comida era horrible, y me sentí mal de dejar mi alimentación en manos de alguien que no siente ningún aprecio por mi familia, y cambié

Vegano Bowl de Fit One Kitchen (reseña)

Desde hace mucho he tenido ganas de hacer reseñas de lugares o platillos vegetarianos o veganos, pero no me animaba, porque cuando empezaba me decía ¿a quién carajos le interesa si te gustó o no? Pues ni modo. Tenía ganas y lo haré de cualquier forma. Algunas opiniones no serán recientes pero las pondré si considero que valen la pena.  Les cuento que en casa soy vegetariana estricta, es decir: no carnes (de ningún animal), ni lácteos, ni huevo, ni miel, ni productos que los contengan. Pero cuando como fuera a veces hago excepciones con huevo y/o lácteos, si es que no tengo otra opción.  Aquí va la primera.  FIT ONE KITCHEN. (La Paz, B.C.S.) Es un lugar pequeño ubicado en el Hotel One de La Paz, cuyo giro es de comida saludable/ligera. Bernardo y yo pedimos un Vegano Bowl: De entrada se veía rico: una cama de arroz integral con vegetales frescos y champiñones guisaditos. Para que siguiera siendo vegetariano decidí no ponerle el aderezo que me dieron aparte. Pero

¿Por qué publico lo que como?

Tu puedes pensar: 1.- Porque soy una presumida 2.- Porque muchos lo hacen 3.- Porque me siento hípster 4.- Porque no tengo nada qué hacer 5.- Todas las anteriores La verdad, a veces sí me siento un poco ridícula tomando fotos en todos lados, pero aquí les van mis razones: Al elegir un tipo de alimentación no convencional (vegetariana estricta), he desatado algunas dudas, normales, entre familia, amigos, conocidos y desconocidos. ¿Qué comes? ¿Comes pescado? ¿Y pollo?  Y de inmediato, una serie de argumentos, normales, lógicos: "yo no podría vivir sin queso/pollo/huevos/filete. Los entiendo. Los entiendo perfectamente, porque yo comí todo eso durante 28 años. Crecí con una alimentación tradicional, y una información sobre la comida también tradicional. Yo misma dije alguna vez que no podría vivir sin hamburguesas, y al otro día dejé de comerlas, sin ningún problema. Más allá de mis razones para no consumir productos animales, la idea de llevar una alimentación basad

RECUENTO DE LOS DAÑOS 2016

Y bueno, dije daños, pero sólo para llamar tu atención, en realidad me fue bien el año pasado. Más bien es un recuento de mis asuntos destacables: 1.-Mi libro favorito: Neverwhere, de Neil Gaiman. Me emocionó mucho. 2.- Producto maravilloso: el champú de árbol de té. 3.-El ingrediente: mango, mango, mango y garbanzos. 4.-Mi viaje favorito: no viajé mucho este año, pero todas las salidas son divertidas, la mejor, a Santa Rosalía. 5.-La salud: no tan buena. El ritmo de trabajo fue pesado y me dejé enganchar por lo rápido y la chuchería. Mucha alergia y mala digestión. 6.-El Grito Colectivo pasó por una etapa prácticamente congelada, pero necesaria para descansar. 7.- La tigresa, una hermosa perra que llegó sin avisar y se volvió mi consentida. 8.-El aprendizaje: nunca pensé que podría sobrellevar asuntos laborales sin demasiado daño colateral. Mi propósito será llevarlos con más calma. 9.-El cambio: a finales del año me propuse no comprar comida preparada y coc