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Mostrando entradas de mayo 22, 2007
EL ORO Cuando Aurora se vio en el espejo la agarró un temblor en las piernas que no la soltó hasta el día de su muerte. -Aurora, salte ya de ahí. Aurora, no seas malita, no voy a aguantar.- se escuchaba del otro lado de la puerta. Al abrir se encontró de frente con las caras de Etelvina y Carlota, quienes no se atrevieron a decir nada al ver los ojos hinchados y la nariz encarnada de Aurora. - No puedes bajar así- le dijo Etel, mientras le alcanzaba un pañuelo para que secara sus lágrimas. - No puedo bajar nunca- contestó Aurora, llevándose la mano a la boca, ocultando el agujero en su encía. Honorio y Carmela Ramos trataron de tener un varón, una, dos, tres veces, pero como el último parto había sido peligroso, no pudieron hacer un cuarto intento. Así que se conformaron con sus tres hijas. A don Honorio le preocupaba la idea de que un buen día las niñas iban a crecer y no tendrían un hermano que las cuidara de los caballeros. Ese buen día se veía cada vez más cerca. Aurora, la mayor,