Hace mucho que no veía películas que me gustaran mucho, mucho, pero vi Donde viven los monstruos, (Where the wild things are, 2009) y me fascinó. Fue dirigida por Spike Jonze (Being John Malcovich, El ladrón de Orquídeas), y basada en el libro de Maurice Sendak.
Esta es una de esas películas que vale la pena ver con niños o sin ellos, porque, aunque está dirigida al público infantil, no es una de tantas de dibujos animados con historias chistosas, (que disfruto, por supuesto) sino una verdadera joya del cine infantil. Los monstruos son reales: están ahí y Max puede abrazarlos y montarse en ellos, golpearlos o dormir haciendo un montón. Son enormes y peludos, gesticulan como los actores que prestaron sus voces, y de verdad, te dejan con ganas de viajar a ese lugar para conocerlos.
Es tierna y dramática a la vez, apostó por los elementos emotivos, y creo que ganó.
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