Hace mucho que no hablo sobre películas. Tampoco he visto tantas, pero no he comentado ninguna. Vi Karate Kid, la nueva versión en la que ya no es Karate, sino Kung fu, y donde el protagonista no es un muchacho, sino un niño. No me gustó, es demasiado exagerada, perdió toda la esencia del chamaco medio torpe que gana gracias a las enseñanzas de su maestro. Los que fuimos fans de la primera película no me dejarán mentir: faltó "la grulla", aquel movimiento que tantos hicimos trepados en la barda o a nivel del piso.
Cuando vimos que iban a hacer una nueva versión de Furia de Titanes, Dante y yo nos emocionamos porque somos fans de la versión de 1981, pero cuando vi los cortos, con tantos efectos y niños bonitos, me desencanté y no la fuimos a ver al cine. Tengo recuerdos de mi infancia en donde aparecen el diablo ese, la medusa y por supuesto el Kraken. Pues la vimos esta semana y no se me hizo tan mala. No quise compararla con la primera porque aquella tiene el plus de la sencillez de una época sin tantos efectos. Cambiaron la historia y humanizaron a Perseo, lo cual me pareció bien. Lo que no me gustó fue precisamente Perseo: demasiado lindo, demasiado soso. En fin, dominguera.
También vimos Freaks (Tod Browning, 1932), y nos gustó un chorro. A mí que me encanta ese rollo de los fenómenos ( en buen plan, me gustan las vidas extraordinarias) pues ver a tantos juntos, que fueron famosos en la vida real, pues me fascinó. Dante la vio en inglés y no le entendió mucho, así que la quiere en español. Trataré de conseguírsela.
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