Acaba de pasar el Carnaval acá en La Paz. Para todos aquellos que tengan como obvios referentes los carnavales de Brasil, Mazatlán y Veracruz, les diré que este es parecido pero en chiquito y chafón. Los paceños no somos muy festivos, y aunque te pasen enfrente con la banda y las mascaritas no aplaudimos ni bailamos. En fin, es nuestra naturaleza.
Como me tocó trabajar en uno de los foros alternos, el juvenil, pues me tuve que aventar los seis días. Como el chiste de la fiesta es que es una gran, gran cantina a lo largo del malecón, ponen baños portátiles, pero la cantidad de cerveza que se vende hace insuficientes los espacios, y como aparte cobran 5 pesotes, pues detrás de nuestro foro se volvió un mingitorio gigante. Volteabas para atrás y había cinco o seis borrachos orinándote a metro y medio de donde estábamos. Todo el Malecón y las primeras dos calles del centro apestaban horrible a borrachal.
El tercer día perdí mi celular y el último me caí y me golpeé la cabeza con una barra de metal, fuera de eso, no estuvo tan mal.
Junto al foro estaba el eurobungee y alcanzábamos a escuchar los gritos de espanto de los osados que se subían, pero ese terror no era nada comparado con entrar a uno de los baños portátiles, esa sí fue una experiencia hardcore, terrorífica.
Como me tocó trabajar en uno de los foros alternos, el juvenil, pues me tuve que aventar los seis días. Como el chiste de la fiesta es que es una gran, gran cantina a lo largo del malecón, ponen baños portátiles, pero la cantidad de cerveza que se vende hace insuficientes los espacios, y como aparte cobran 5 pesotes, pues detrás de nuestro foro se volvió un mingitorio gigante. Volteabas para atrás y había cinco o seis borrachos orinándote a metro y medio de donde estábamos. Todo el Malecón y las primeras dos calles del centro apestaban horrible a borrachal.
El tercer día perdí mi celular y el último me caí y me golpeé la cabeza con una barra de metal, fuera de eso, no estuvo tan mal.
Junto al foro estaba el eurobungee y alcanzábamos a escuchar los gritos de espanto de los osados que se subían, pero ese terror no era nada comparado con entrar a uno de los baños portátiles, esa sí fue una experiencia hardcore, terrorífica.
Comentarios
Mi mamá si fue y me contó que la gente no sólo no aplaudía sino que esperaban a que pasaran para aventarles huevazos con confeti, sé que es tonto pero me da mucho coraje que hagan eso, yo como dijo kiko: ¡chusma chusma! prrt!