Amo el gluten, en todas sus formas y presentaciones: los alimentos de trigo como panes, tortillas de harina, pastas, pizza, y el seitán (gluten puro utilizado como carne vegetal). Como alimentos de trigo por lo menos una vez al día, como parte de mi dieta, por dos razones: la primera, porque, como dije al principio, los amo, y la segunda, porque son muy baratos y prácticos.
Desde hace 12 años y medio que dejé de comer animales he ido haciendo cambios, investigando, tratando de mejorar la calidad de lo que consumo, y se ha reflejado en mi salud, desde lo visible, como mi piel, y otras cosas que no son tan evidentes pero que son muy importantes, como mi presión sanguínea o mis niveles de azúcar y colesterol. También, por poner un ejemplo, tuve una cirugía hace un año y mi recuperación fue súper rápida y me sentí muy bien.
Hace dos meses me mandaron hacer análisis de sangre y orina y salí bien en todo.
Pero ha habido cosas que, por más que me cuidara, no había podido aliviar (aunque mejoró mucho). Una de ellas es mi alergia, sobre todo al quelite.
Además de eso, desde hace unos cuatro años he sufrido de dolores de cabeza frecuentes, fatiga sin razón aparente, urticaria en la cara y cuello, problemas digestivos inexplicables, dolor en articulaciones...
Pues empecé mi proceso para ser vacunada y lo primero que me pidieron es una prueba de alergias. Yo sabía que daría positivo al quelite, a los gatos, y al polvo, pero jamás me preparé para la noticia que me pateó tres veces en la cara y una en el trasero: positivo para gluten.
No sé si estén conscientes de que eso es lo peor que le puede suceder a una gordivegana como yo, pero fue una cubetada de agua helada horrenda.
A pesar de tener un estilo de vida vegano, y una alimentación cuidadosa, jamás había sido "gluten free", como está tan de moda, porque los productos del trigo son saludables y deliciosos y es innecesario eliminarlos a menos que tengas una condición especial, como la intolerancia o la celiaquía.
Y entonces descubro que soy intolerante.
¿Qué vas a hacer ahora, sin gluten, mamá? me preguntó mi hijo adolescente, con pena que rayaba en lástima. Pues adelgazar, corazón, qué más.
No tengo ningún problema con lo que viene. Afortunadamente mi sensibilidad no tiene síntomas graves como la anafilaxia o diarrea, así que con evitar lo más posible comer directamente productos de trigo, creo que mejoraré mucho. Casi todos los productos de trigo que consumía eran de harina blanca, con poco contenido nutricional y muchas calorías, así que realmente es mejor para mí.
Lo único que me dolerá es el antojo, pero podré sustituir por alguna otra cosa.
Si me adapté al veganismo, me adapto a lo que venga. Ya les contaré como me va.
Comentarios