Me gusta escribir. Necesito escribir. Lo hago, pero poco, porque lo urgente le quita tiempo a lo importante, sin embargo, uno de mis propósitos de este año es escribir más.
Hace unos días (o hace unas noches), estaba entre dormida y despierta, y se me ocurrió escribir unas historias brevísimas sobre un duende vegano, tomando como pretexto los argumentos más comunes que dan los omnis (omnívoros) en contra del veganismo o a favor del carnismo. Así, todos los miércoles sacaré un pequeño cuentito/chiste de veganos, porque los veganos también tenemos sentido del humor a veces.
Debo aclarar que NO SÉ DIBUJAR, pero como pensé esto para Instagram, pues tuve que perder la vergüenza y hacer mi propio duende así que no seas duro conmigo.
Te dejo aquí la primera historia de Duende Vegano:
Había una vez un duende vegano que estaba a punto de comerse un mango, cuando éste abrió un par de ojos muy grandes y le dijo: "los omnis dicen que las plantas sentimos. Ahora también hablamos. No me comas". Quiso comerse otras frutas, y pasó lo mismo. Como ya no tenía más para comer, el pobre duende murió de hambre. Fin.
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