La sociedad parece ser diferente dependiendo de la época, pero en la mayoría de las costumbres, sigue siendo la misma. Los niños de ahora, con la excepción de sus tecnológicos juguetitos nuevos, son muy parecidos a los de mis tiempos: los juegos (aunque con otros nombres, con las mismas dinámicas), los noviazgos, los nervios, los acosos. El ser humano es abusón por naturaleza: abusa de los más débiles. Ahora se llama Bullying, y está muy de moda.
Es bueno que se le dé un nombre al acoso infantil, y que se muestre a los niños que ser molestados no está bien y se puede evitar. Yo misma fui víctima de acoso en mi tierna infancia y tuve que cambiarme de escuela. Y luego seguí sufriendo por las burlas (a veces, ni siquiera malintencionadas) de algunos compañeros que se burlaron de mis cachetes, de mis pantalones acampanados, de mis trenzas, de mis alpargatas, de mis converse amarillos de payaso. No me gustaba mucho la escuela, eso es definitivo.
Pero sobre este tema tengo dos observaciones:
1.- ¿Toda burla, todo pellizcón y todo empujón, son bullying? ¿Estamos haciendo que los niños entiendan la sutil línea entre la carrilla y el acoso, entre el juego pesado y el abuso físico? Son comunes los casos de niños que acusan a sus padres de abuso porque los pusieron a lavar los trastes, porque no se les da el panorama completo.
2.- Se enfocan en las víctimas, que son los niños. Pero no se enfocan en quiénes son los abusones. ¿Acaso no son otros niños? De esos niños no escucho que hablen. ¿Y esos niños, no tienen padres? ¿Qué hacen los maestros cuando detectan a un niño abusador. ¿Lo corren, los mandan a terapia, hablan con sus padres? Por fortuna o por desgracia, los niños son lo que aprenden en casa, y además de enseñar a nuestros hijos a que no se dejen molestar, deberíamos enseñarles y exigirles que no molesten a los otros. Que ser gordo, flaco, moreno, usar lentes, ser ateo, chaparrito, no es malo, y que no se vale jorobarle el rato a los otros por diversión o amargura. Pero qué van a aprender ellos, si ven que uno lo hace todo el tiempo en casa, con el gato, el perro, el vecino, cualquier persona...
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