Entramos Dante de 3 años y yo al extinto Dorians y estaba una maniquí sin ropa. Dante se le puso enfrente y dijo con toda seriedad: La Gran Chichona. La gran mujer.
A mí nomás me quedó reirme como loca.
Estaba yo alistándome para salir a no sé dónde, y con una tremenda depresión porque toda la ropa me quedaba horrible, cuando pasa Bernardo por el pasillo y le pregunto:
-Me veo muy mal?
-Sí! - me contestó
Yo me solté llorando. Al rato que se dio cuenta de mi moquero entró y me explicó que el había escuchado que le pregunté algo, supuso que pregunté si me veía bien y él respondió, por inercia, como siempre, que sí.
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