Sé, por experiencia propia, que escuchar a alguien decir que tal marca contamina o que no hay que consumir tal cosa, es un poco molesto, y suena como que es La idea de una organización secreta que complotea para dominar al mundo. Pareciera la simple gana de joder de unos cuantos jippies o amargados. A mí me pasó cuando conocí a mi esposo. ¿Porqué dejar de comprar Coca Cola o Nestlé si hacen de nuestra vida algo placentero, si la tele dice que nutren, que ayudan a reunir a las familias y que están comprometidas con la humanidad?
¿Cómo hablar mal de Disney, si aparece en nuestros recuerdos infantiles, y se preocupan por entretener a generaciones y generaciones de niños para hacer mejores sus vidas, y sobre todo, si tienen castillos de fantasía y hermosos personajes felices???
La diferencia está en la información. Cuando te enteras de que el vecino vende droga, no lo vuelves a ver igual aunque te mande flores.
Por obvias razones, el lado oscuro de las marcas no va a salir en televisión, pero por fortuna ya existen muchos medios para enterarse. El libro No logo, de Naomi Klein, es una buena fuente. Acabamos de comprar “El libro negro de las marcas”, de Klaus Werner y Hans Weiss, de donde saqué la siguiente información. Lo recomiendo muchísimo.
Las multinacionales invierten sumas millonarias para cuidar la imagen de sus marcas. En donde ahorran es en las condiciones de producción. En consecuencia, surgen relaciones laborables deplorables, pobreza y violaciones a los derechos humanos. En estos casos, el compromiso social no es más que un truco publicitario.
Walt Disney.
La parte fuerte del negocio de Disney es la venta de los juguetes que promocionan a través de sus películas, juguetes que se hacen en fábricas de países pobres de Asia, en su mayoría. En Hong Kong, las empleadas trabajan hasta 18 hrs. por día, los 7 días a la semana, sin vacaciones. Algunas de no más de 16 años, ganando entre 38 y 63 euros mensuales, por debajo de salario mínimo, comparten cuartos hasta entre 24 personas, sometidas a castigos humillantes, la mayoría sin seguro social ni de salud, obligadas a firmar sueldos falsos. Cuando salen a la luz las irregularidades, las fábricas simplemente cierran.
Las fábricas de juguetes de McDonald´s operan de manera similar. Trabajadores menores de 15 años trabajan 12 hrs. al día y duermen en catres sin colchón.
Chocolates pal niño.
Las grandes compañías chocolateras importan su materia prima de África. (Nestlé: KitKat, Nesquick; Mars: M&M, Milky Way, Snickers; Philip Morris: Toblerone; Ferrero: Kinder, Nutella).
La agrupación de derechos humanos Terre des Hommes informó que a la fecha unos 20,000 niños de Mali fueron secuestrados y llevados a las plantaciones de Costa de Marfil. Son golpeados, maltratados y explotados. Buen negocio: “los niños esclavos, que no cuestan más que un plato de polenta, vienen como anillo al dedo”.
Tanto Disney como Kinder están hechos para niños, pensando en los niños, hacen niños felices y padres orgullosos, y sin embargo no se tientan el corazón para explotar niños de países que para occidente no valen, no existen, porque no los vemos.
La información está en muchas partes, es cuesión de buscarle un poco. Después de saber un poquito, está en cada uno dejar de consumir el sufrimiento de otros, o hacerse de la vista gorda y disfrutar la vida.
*Fuente: Werner, Klaus y Weiss, Hans. El libro negro de las marcas. Ed. Debolsillo, 2006.
Más información:
www.cleanclothes.org/companies/disney.htm
Comentarios