Por fin veo realizado uno de los sueños que tuve desde que nos dieron la casa: tener mi propio estudio. Bernardo se quedó con la recámara extra y la hizo su estudio, así que yo necesitaba un lugar para tener mis cositas y no llevarlas del cuarto al comedor. En el pasillo había un espacio extra para hacer un clóset o algo así.
Es atrás, en donde se ve un triciclo:

Un poco de pintura en dos colores, un cuadro, unas tablas, y ¡maravilla! mi estudio.
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