E n la esquina …por favor ( del libro inédito del mismo título) Para Martha las cosas nunca fueron fáciles, pero su mamá le enseñó a enfrentar la vida con una sonrisa y pan dulce. Por aquello de las dudas, esa mañana se comió dos: una concha y una dona de chocolate, aprovechando que por error Luz y Saúl habían pasado a la panadería por separado y habían llevado doble ración familiar. Tomó el pesero, como siempre, a las seis para alcanzar a llegar a las siete, antes de que le cerraran la puerta de la secundaria. Todavía no salía el sol pero ya estaba sudando, sobre todo cuando bajó del pesero y caminaba las cuadras que le faltaban para la escuela. Se sentía incómoda. Más que nunca. Por lo regular llevaba zapatos con calcetas altas, casi hasta la rodilla, pero como un día antes había sido su cumpleaños y le compraron un par de tenis nuevos, se había animado a estrenarlos con el jumper del uniforme, así que la cortísima falda que había sido de su hermana Cristi ahora se veía ...
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