De las tres perras que tenemos, sólo una estaba esterilizada, la Reina, que es la que teníamos antes de mudarnos. La soyita, nerviosa al subir al carro (sospechamos que cuando la abandonaron la fueron a tirar en carro) Estábamos esperando el aguinaldo para operar a las otras dos, pero la Maxi se nos adelantó. Mientras estuvo en brama no la dejamos salir sin supervisión, pero como nuestra barda es bajita no faltó un gandalla que se la saltó y le dio amor del bueno. Ya se le empieza a notar la barriguita, así que tuvimos que desenbolsar para un legrado. La maxi, después de guacarear Hoy en la mañana las llevamos para que las operaran, y la embarazada, con tanto brico, vomitó el asiento trasero. Las dan de alta en la noche, y tendremos dos señoritas que madurarán sin perder sus figuras y no nos preocuparemos por tener una bola de cachorros haciendo sus caquitas por el patio.