Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2019

Haciendo espacio

Mi recámara es pequeña. Cabe una cama matrimonial, un tocador de 6 cajones junto a ella, y un buró pequeño del lado de B. Frente a la cama, a unos cuantos pasos, está el clóset, que no tiene puertas. Desde hace un año que empecé a estudiar, tuve que hacerme un espacio para hacer las tareas (porque estudio en línea y paso mucho tiempo frente a la computadora). Por eso, metí un escritorio que fue de mi hijo, lo pinté, y quedó muy lindo, y perfecto para mí. Por un tiempo. El problema más grade del escritorio era que tenía un "techo", que le quitaba luz, y me hacía sentir encerrada. Así que lo saqué. Pero seguía necesitando un escritorio. Tenía muchas ganas de tener una mesa larga, sin cajones, que pudiera usar como tocador y escritorio, pero para eso necesitaba dinero para el material, y por el momento, no tengo. La solución fue sugerencia de B: a mi tocador le quitamos 3 cajones y se abrió el espacio para meter la silla.  Así quedó. El mismo mueble que...

Minimalismo y ropa

A veces, el miedo al vacío representa nuestro interior, y se refleja en todo a nuestro alrededor.  Yo era la persona más acumuladora que te puedas imaginar. Pero tiene una explicación simple: por mucho tiempo tuve muy poco dinero. Y cuando tenía algo de dinero, compraba la mayor cantidad de cosas que podía. No importaba si me gustaban, no importaba si las necesitaba: si estaban baratas, las compraba. Y si alguien desocupaba algo y me lo regalaba, a mí me servía, porque, ya sabes, podía necesitarlo en cualquier momento.  Así, mi casa se empezó a llenar de cosas de todo tipo (después hablaré específicamente de cada tipo de cosas), y uno de estos, era la ropa. Mi pobreza se juntó con el sobrepeso, y la incomodidad que eso me provocaba. Siempre he sido fan de comprar mi ropa de segunda, por lo que compraba lo que veía, y lo que me quedaba (ojo: lo que me quedaba, no lo que me lucía bien).  También me regalaban mucha ropa usada, que yo agradecía con el alma. Al f...

Minimalismo y otras tendencias

  Cada cierto tiempo surge alguna tendencia que se vuelve viral y que es adoptada por "gurús" y sus seguidores. Yo tengo la firme creencia de que cada vez se puede estar mejor, y siempre estoy abierta a nuevas cosas que mejoren y/o faciliten mi vida.  Sigo a ciertas personas a las que admiro porque  representan algunas cosas que  me gustan, que considero importantes o que me sirven de inspiración. No es que quiera ser como alguno de esos personajes, sino que cada uno tiene algo que me gusta y que creo que es digno, si no de imitarse, sí de intentarse. Por ejemplo, hace algunos años conocí el crudiveganismo y lo probé durante un mes, pero no me funcionó. La youtuber crudivegana que sigo tiene 14 años con esa alimentación, y le va fenomenal, pero mi alimentación y la de mi familia tienden más hacia los alimentos cocidos, así que tomo algunas recetas, y nada más. Se trata de tomar lo que nos sirve de las tendencias que nos interesan, y no adoptar estilos de...

Gluten

  Amo el gluten, en todas sus formas y presentaciones: los alimentos de trigo como panes, tortillas de harina, pastas, pizza, y el seitán (gluten puro utilizado como carne vegetal). Como alimentos de trigo por lo menos una vez al día, como parte de mi dieta, por dos razones: la primera, porque, como dije al principio, los amo, y la segunda, porque son muy baratos y prácticos. Desde hace 12 años y medio que dejé de comer animales he ido haciendo cambios, investigando, tratando de mejorar la calidad de lo que consumo, y se ha reflejado en mi salud, desde lo visible, como mi piel, y otras cosas que no son tan evidentes pero que son muy importantes, como mi presión sanguínea o mis niveles de azúcar y colesterol. También, por poner un ejemplo, tuve una cirugía hace un año y mi recuperación fue súper rápida y me sentí muy bien.  Hace dos meses me mandaron hacer análisis de sangre y orina y salí bien en todo.  Pero ha habido cosas que, por más que me cuidara, no había...

Dénme todo los jugos

¿Te podrías comer un plato con tres zanahorias, medio apio, medio pepino, 1/4 de piña, una taza de espinacas y tres naranjas? Yo no. ¿Pero qué tal en jugo? Estoy obsesionada. Me encantan los jugos. Si fuera soltera viviría a base de jugos, lo juro, pero como no es así, me conformo con tomar tres veces por semana. El único inconveniente para mí, es que puede ser muy tardado lavar, desinfectar, pelar, partir, exprimir, lavar el extractor... pero por eso, decidí facilitarme la vida con pequeños truquitos que quiero compartirles porque me acabo de tomar el jugo de la foto y estoy de buenas. Antes compraba verduras y frutas, y desinfectaba, partía, etc. Pero era mucho tiempo y espacio ocupados, así que me decidí por comprar algunas cosas ya listas: espinacas desinfectadas, palitos de apio y nopales picaditos congelados, así me ahorro el proceso de desinfectado y lavado de esos vegetales. Mi extractor es de centrifugado y, aunque me gusta y funciona muy bien, los jugos se tien...

Recuento del 2018

Ya se me hizo tradición publicar algunas cosas que me quedaron frescas en la memoria, ya sea por dolorosas, felices o impactantes. Me parece una buena manera de darme cuenta de que en general, son muchas más las cosas buenas que las malas. Así que aquí el recuento: 1.Aprendizaje: iniciando el año, un conflicto me hizo aprender a la mala que más vale desconfiar un poquito que pecar de bruta. 2.Ingrediente: este año no es uno favorito, sino uno nuevo para mí: el aguacate. Todavía no soy de las que comen una tortilla con aguacate y sal, pero en pico de gallo o guacamole ya lo pude comer. 3.Viaje: el Hell and Heaven con mis muchachos fue muy chido! 4.La sorpresa: un desmadre en los ovarios que terminó en una operación de la que salí muy bien librada, por fortuna.  5.La alegría: un 1 de julio muy feliz. 6.Felicidad: un cambio de lugar de trabajo. 7.La lección: la mala vibra es contagiosa, enferma el cuerpo, el alma y la mente, y más vale salir huyendo que enfermar y c...